domingo, 26 de febrero de 2012

Capítulo 1

Llego a mi casa casi sin aliento. ¿Que era eso que acababa de ver? ¿Como podía creer lo que mis ojos me habían mostrado? ¡No, imposible! Solo han sido imaginaciones mías. Siempre me han dicho que tengo una gran imaginación, así que solo puedo pensar en que esas imágenes de hace escasos minutos son solamente creaciones de mi mente y no son verdad. 
Me meto en mi cuarto sin hacer ruido y me pongo los auriculares. Necesito calmarme escuchando algo de mi música "rara" según mis amigas. 


Me quedo dormida mientras escucho esta canción que tanto me gusta y me hace olvidar.
---A la mañana siguiente---
Me despierto de un fantástico sueño, solo para acordarme de lo que me ocurrió la noche anterior:

Cuando volvía de dar clases particulares de Matemáticas a mi sobrina me metí por un callejón, para acortar camino y entonces sin darme cuenta me encontré con una pelea callejera. Evité pasar por su lado, pero me dio mala espina que de repente se callaran así que miré de reojo y vi sangre por la acera. Me quedé paralizada de inmediato sin voz. Entonces escuché pasos que se aproximaban cada vez más así que eché a correr.
No me detuve hasta llegar a un lugar bastante transitado. Fue en ese momento cuando por fin me decidí a mirar hacia atrás y vi como unos ojos de color rojo intenso me miraban atentamente. Desvié la mirada y llegue pronto a casa.

Seguía pensando que esto no tenia ningún sentido. ¿Ojos color rojo intenso? Mi imaginación podía ser una desventaja algunas veces. 
Mire la hora en mi reloj, eran las las siete y media de la mañana. Si no me daba prisa no llegaría a tiempo a las clases del instituto-colegio.  
---A las ocho y cuarto--- 

-Hola chicos, ¿como estáis?- Pregunté a mi tutoría puesto que todos los días me tocaba con ellos a primera hora.
-Buenos días- Dijeron medio dormidos todos, que era lo normal en un lunes a primera hora. 
-Así que estáis deseando que corrijamos esas actividades super-difíciles que mande ayer ¿Verdad?
-No realmente- Dijo un chico bajito para que no lo escuchase.
-Si seño,  porque yo aun no me entero como se hacen  estas ecuaciones. 
-Vale, pues sacad las actividades que me pase a verlas. 

La mañana transcurrió normal como siempre, mas o menos. A cuarta hora me dijeron que al día siguiente vendrían los profesores de practicas. Y a quinta hora unos alumnos me convencieron para que les cambiase un examen que tenían fijado para el miércoles a la semana siguiente porque aun no les salían bien los productos notables. 

A la salida del instituto me enteré por unos alumnos que estaban cuchicheando que habría una pelea en cuanto los profesores se fueran. 

¡Eso no puede ser! ¡No pienso permitir que mis alumnos se pelen! ¡Los voy a detener!

Me dirija hacia una calle cerca de la escuela a esperar a que todos mis compañeros se fueran e intentar que no hubiera ninguna pelea. A decir verdad solo llevaba dos meses como una profesora de matemáticas desde que me saqué el título, y nunca había intentado detener una pelea. 
Poco después de que todos mis compañeros de trabajo se fueran se formó un corro en la puerta del instituto. 
Me dirigí hacia el corro y vi que las que estaban en el centro eran dos chicas de 2 de la ESO. ¡Y justamente de mi tutoría!

-¡Vosotras dos! ¿Pero que creéis que estáis haciendo?- les dije a las dos chicas.

Me miraron sorprendidas, pero después me ignoraron. 

-¡Os estoy hablando así que por lo menos miradme!- Una de las cosas que mas odiaba en el mundo era que me ignorasen.
-Seño, dejanos en paz ¿Vale? Que tenemos unos asuntos que resolver.-Dijo una de las chicas.
-¡Eso!-Respondieron a coro los de detrás. 
-Vosotros chicos deberíais iros si no queréis que llame a vuestros padres por estar implicados en esto.

Todos se miraron entre sí, algunos lo reconsideraron y se fueron, pero otros se enfadaron e intentaron que me fuera por las malas. 
Me empujaron y caí al suelo, pero una mano a la que consideré amiga me ayudó a levantarme. Esa mano pertenecía a un hombre de unos 22 años mas o menos como yo, que fue el que evito la pelea y mandó a todos los alumnos a sus casas. 

-Gracias.- Le dije en cuanto todos los chicos se fueron. 
-Deberías saber que tu sola no podrías contra ellos. Que mujer mas imprudente eres. 

No me apetecía que ese tío al que acababa de conocer me diese consejos, ni me dijese como debía actuar. ¡Como si tuviera tiempo para sus ordenes! asi que lo ignoré. Y eché a caminar hacia mi casa. 
Parece ser que ese tío no insistió y me dejó. Podía pensar como quisiera, y hacer lo que quisiera. Pero... ¡No tenia derecho a criticar mis acciones! ¡Y sino que no me hubiera ayudado! 

---Al dia siguiente a las ocho---

El profesor de practicas al que dejarían a mi cargo llegaba tarde. ¿Como podía llegar una persona tarde su primer día? Aun recuerdo mi primer día de practicas...

El día anterior a empezar mis practicas estaba tan nerviosa que no pude dormir, y me tropecé muchas veces en clase. Pero estaba tan feliz de haber alcanzado mi sueño de ser profesora de matemáticas que no me importó que los alumnos se rieran de mi durante la primera hora (aunque después les puse deberes extra por haberlo hecho). 

-Eva... ¡Eva!- Me llamó Jose Luis, el profesor de Naturales y actual jefe de estudios de secundaria. 
-¿Eh? ¿Si?- Respondí medio atontada.
-Te estaba diciendo que este será el profesor de prácticas que estará a tu cargo. Su nombre es Germán. 
-¡Ah! ¡Claro!- Agaché la cabeza hacia Germán- Hola.-Después lo miré por primera vez desde hacía mucho tiempo. Era el.
En cuanto me encontré con sus ojos un montón de recuerdo asaltaron mi mente. Todos iban acompañados de una canción que expresaba exactamente cuales eran mis sentimientos en cada recuerdo. 


PD: Este es mi primer capítulo, y espero que os haya gustado. ¿Quien será ese misterioso chico llamado Germán? La última canción es parte de uno de los recuerdos de Eva. ¡¡¡Plis comenten y díganme que les pareció el capítulo!!!





No hay comentarios:

Publicar un comentario